La primera reunión de la mesa política de Cambiemos que busca articular una estrategia electoral para el próximo año comenzó con fuertes tensiones entre intendentes y legisladores.

Es que mientras los intendentes del interior apuestan a un cierre ordenado como el de 2017, senadores y diputados sostienen que la mejor opción es abrir el juego a internas dentro de Cambiemos para traccionar más votos a Mauricio Macri y María Eugenia Vidal.

Ayer, por la presidencia de la Cámara de Diputados pasaron referentes de las seis secciones electorales del interior. Fue la primera reunión de una mesa política -adelantada por LPO- que se reunirá cada 25 días para ordenar las tensiones del extenso interior bonaerense.

Vidal arma un grupo de legisladores para contener la bronca de Cambiemos en el interior

Enseguida, la propuesta del sector más político de Cambiemos tensó la larga mesa de reuniones que da a calle 53, en la capital provincial. El debate pasó por dos posturas claras: dejar lugar a la competencia hacia abajo o tener un cierre ordenado donde los intendentes se aseguren que no tendrán competencia interna.

En la primera reunión de la mesa política, quienes apuntalaron la primera de esas dos posturas fueron el presidente de Diputados, Manuel Mosca; el diputado monzonista, Marcelo Daletto; y el radical Jorge Silvestre. De la reunión participó como representante del Ejecutivo el secretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell, quien no se sentía cómodo con abrir el juego a las internas producto del vínculo que mantiene en lo cotidiano con los intendentes.

En el caso de Daniel Salvador (como representante del radicalismo) y Maricel Etchecoin Moro (Coalición Cívica) planteaban algo intermedio con la premisa de discutir caso por caso. La postura de ellos, buscaba proteger a los intendentes aunque no descartaban de plano las internas.

Maximiliano Abad, Martín Domínguez Yelpo, Daniel Salvador y Manuel Mosca.

En términos llanos algunos legisladores plantearon que en algunos distritos donde gobierna Cambiemos es necesario buscar mejores candidatos. Incluso deslizan algunos ejemplos concretos en modo de interrogantes: "¿En Olavarría no valdrá la pena acercar a José Eseverri en lugar de ir con Ezequiel Galli? ¿En Coronel Suárez no servirá tentar a Ricardo Moccero en lugar de seguir con Pachi Palacios?"

Lo mismo sostienen para Mar del Plata, donde el gobierno de Vidal tuvo largos meses de tensión con Carlos Arroyo. Allí es donde está más instalada la idea de una interna. Otro caso es el de Chivilcoy, donde el intendente Jorge Britos podría ser parte de Cambiemos en una interna con el armado que allí tiene el monzonista Sebastián García De Luca.

También mencionan el caso de Tornquist, donde el intendente radical Sergio Bordoni, quien días atrás pateó el tablero y aseguró que por la crisis no buscaría prolongar su mandato otros cuatro años. En Cambiemos, a Bordoni ya lo consideran un "traidor".

Una línea de razonamiento que flotó en la primera jornada de reuniones fue pensar que Cambiemos puede tener en los distritos del interior mejores candidatos que los que hoy tiene. Pero además insisten en que la competencia interna ayuda a la movilización territorial.

Según esta tesis, el esquema actual atenta contra las chances electorales: "los intendentes están cómodos, saben que van a ser los candidatos y depositan toda la confianza en la imagen de Vidal. Del otro lado, los legisladores saben que no tienen chance y dejan en punto muerto sus armados territoriales", dicen desde Cambiemos.